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Deportistas veteranos noveldenses, por Vicente Díez

93) MIGUEL LUCAS GÓMEZ (multideportiista)

Al entrevistar a nuestro protagonista de hoy, al que conozco desde hace muchos años por su vinculación con el ciclismo local, me entero que hizo también otras facetas deportivas, cuales son el fútbol y el baloncesto en su época escolar y el atletismo; así como posteriormente combinó la bici con deportes de riesgo: parapente, rafting e hidrospeed.

Vino al mundo en nuestra ciudad en el año 1965 y fue el primero de los siete hijos que tuvieron Anselmo y Fuensanta. Su primer domicilio estuvo frente a la panadería de Polo, en el lateral del Casino. Comenzó a ir al colegio del Oratorio Festivo y recuerda a todos y cada uno de sus amigos de la infancia. Al respecto, me indica que aún siguen reuniéndose habitualmente, desde el año 2000, con una cena mensual a la que también acude su profesor de entonces, don Luis Aurelio.

Usaban las puertas del Mercado que salen a la calle Almoina como porterías para practicar el fútbol de calle. Su familia se trasladó a vivir en Petrer durante dos años y me cuenta que su abuelo paterno coincidió en nombre y dos apellidos con él. Este abuelo, Miguel, originario de La Algueña, tenía en Novelda un negocio de reparación y alquiler de autos, motos y bicicletas. La segunda generación, la de Anselmo, fue cambiando hacia la representación y venta de maquinaria industrial, como generadores y compresores.

Al nieto, Miguel, nuestro deportista de hoy, le atrajo desde siempre el deporte; quería imitar a sus héroes, “los mayores” que veía en la televisión y se integró en el equipo que disputaba la liga interescolar de fútbol, y que practicó hasta 8º de EGB. Me comenta que siempre le colocaron en el rectángulo de juego como defensa y admite que era “duro” con los delanteros rivales. No obstante, un único deporte era insuficiente para él y desde el 5º curso de EGB lo simultaneó con la canasta, al pasar a formar parte, junto a otros niños de Novelda, del equipo de baloncesto infantil que tenía el C.D. Cucuch y le gustó el deporte del basket, que practicó a nivel provincial hasta los 20 años. Me dice que la camiseta del “Poli” era de color butano y para los desplazamientos, les llevaba el autobús de Aurelio García. Como ya había dejado el fútbol, tenía un “hueco libre” en sus aspiraciones deportivas y comenzó a simultanear el basket con el pedal; algo difícil de combinar, debido a sus diferentes entrenamientos y dedicaciones opuestas.

También practicó a veces el atletismo en carreras populares, a nivel personal y sin estar encuadrado en club alguno. Relata que un año venció en la Carrera del Pavo y en la de San Roque.

Y por fin, quedó maravillado de su deporte favorito, o al menos, en el que mejores resultados obtuvo, el ciclismoY su inicio fue a raíz de contactar de nuevo, pues fueron compañeros en la infancia escolar,  con su amigo José Luis Álvarez, primo de Rafa “el Kalifa”, recientemente aparecido en estas mismas líneas (ver biografía nº 89, del 29/3/14); así como a otros ciclistas de su edad, como Raimundo Fenoll, “Rai”, actual profesor en los Padres Reparadores; a Manolo Beltrá y a Pepe “el Monfortero”. Todos ellos fueron la primera hornada de ciclistas del equipo Terrazos Pellín. Anteriormente, con pocos años más, corrían en bici sin equipo tanto su primo Juan Luis Martínez, como “Chimo” Pellín y Paco Sabater. Con menos edad, se fueron incorporando posteriormente al conjunto tanto “Francis”, también actualmente profesor de Instituto, como su hermano Miguel Ángel Toledo, de la saga de “los Candela” y Miguel Ángel llegó a completar un palmarés de lo mejor a nivel nacional, especialmente en la pista y con el paso de los años fue seleccionador de la Federación Valenciana para Ciclismo en Pista. También estaban Manolo Sabater, un fenómeno que destacaba siempre en las carreras infantiles; Fco. Javier Castillejos “Casti”, quien después estuvo en el equipo amateur (La Casera), que organizó Bahamontes en Toledo. Otro compañero fue Tomás Cantó, de Monforte, quien posteriormente llegó al profesionalismo en el equipo Kelme, durante dos años. Los corredores de referencia para estos niños eran dos ciclistas curtidos del barrio de María Auxiliadora y cuñados entre sí, Teodoro “Teo” y Adrián Pérez. Completaba aquel conjunto, conocido en las carreras por “los Pillines” el director deportivo, Adrián, padre (q.e.p.d.).

Y volviendo a la biografía de Miguel Lucas, destacar que corrió desde el primer año de Cadetes, hacia los 13 años, y fue un corredor bastante completo, pues la diversidad de deportes practicados hizo de él un atleta completo y de complexión fuerte. Por otro lado y por casualidades de la vida, coincidió en algunas carreras y no lo hizo mal del todo con otros ciclistas que posteriormente fueron profesionales. Lo suyo parecía ser el sprint largo, de fondo, distinto al sprinter llegador de los últimos metros; no obstante, su bestia negra y rueda a vigilar en los metros finales fue otro ciclista del área del Medio Vinalopó, el eldense Joaquín Hernández “Quino”, quien años después, en su faceta profesional, consiguió vencer en una etapa de la Vuelta Ciclista a España, creo que en el año 1989. Igualmente pudo enfrentarse a otros futuros profesionales, que irán apareciendo.

En el año 1981 se celebró aquí la Escalada al Castillo de la Mola y ante la masiva afluencia de participantes, hubo de disputarse a doble manga clasificatoria, separando previamente en la salida a los dorsales pares de los impares. En la tercera y definitiva manga, acabó tercero, tras “Quino” Hernández y otro ciclista del Kelme amateur. También consiguió aquel año clasificarse para la Final del Torneo en Pista, prueba que se celebró durante varios años a lo largo de los cuatro domingos de Noviembre y para la Final (el primer domingo de diciembre), se clasificaban los cuatro mejores de cada categoría. Consistía esta novedosa prueba, celebrada en la pista del “Poli”, en la especialidad de puntuación, con sprints cada 3 minutos durante media hora y participaban por separado los corredores de cada categoría en las jornadas previas. En la Final, habían dos carreras de una hora cada una y sprint cada 5 minutos; en primer lugar, la de Consolación o No Clasificados (a partir del 5º clasificado de cada categoría) y la Final, para los dieciséis mejores (cuatro por categoría). Había trofeos y regalos navideños para todos y guardo un entrañable recuerdo de aquellas pruebas en pista.

Para llegar Miguel a la Final, previamente venció en su categoría de la 2ª Jornada clasificatoria. También había conseguido aquella temporada ser tercero en el Trofeo para Cadetes celebrado en San Vicente y con subida incluida al Maigmó. Acabó el año participando en la Carrera del Pavo, organizado por el C.C. Noveldense, que aquel año recibió el título de Club más activo de la provincia, con 29 pruebas organizadas.

En el año 1982 participó en su primer Campeonato de España, celebrado en Alquerías del Niño Perdido (Castellón). También venció en una de las pruebas, la de Dolores,  del Torneo Interclubs. Igualmente acabó delante de todos en Elda, en el circuito de Las Trescientas, adonde llegó escapado y no pudieron alcanzarle los componentes del equipo rival; el C.C. Sax – Caja Rural, comandado por “Quino”, su amigo  y rival. Por otro lado, en nuestra ciudad venció al sprint en un circuito que se disputó en la avenida de la Constitución. También levantó los brazos de primer clasificado en el Trofeo de Puerto Lumbreras (Murcia), pero no logró pasar delante de “Quino” en el Campeonato  Provincial, disputado en Denia.

En el Trofeo Primavera, de Sax, acabó tercero, junto a otros jóvenes que años después, serían profesionales, como el albaceteño Roque de la Cruz, así como el valenciano Fco. José “Paco” Antequera, quien tras colgar la bici en el equipo profesional del BH fue seleccionador nacional de profesionales durante varios años. Otro futuro profesional con el que coincidió a veces fue Emilio Cuadrado, de Onil, siendo ambos juveniles. En la carrera de La Murada, en Orihuela fueron podio tras un sprint “Quino”, M. Lucas y E. Cuadrado.

Aquella temporada (1982) fue, junto a otro noveldense, su coequipier “Casti”, seleccionados por la Federación Alicantina para una confrontación con la Guipuzcoana y se celebraron en el velódromo de Anoeta unas pruebas del programa olímpico, como son la persecución individual; persecución por equipos; kilómetro contra reloj y velocidad. Fue campeón provincial de ruta en Jalón y en Denia fue segundo tras “Quino”, un gran sprinter, en otro campeonato posterior. En la pista, nadie mejor para orientarle que el inolvidable ex profesional Luis Navarro (q.e.p.d.), también seleccionador provincial para las pruebas del piñón fijo. Un año se disputó el Campeonato de España en el velódromo de Sax y Miguel acabó cuarto en la prueba de Fondo en Pista y fue primero entre los de su edad y quinto en persecución individual. ´

También participó en otro Campeonato Nacional de Carretera en Palma de Mallorca (año 1982) y entre los participantes, estaba uno que posteriormente hizo historia en el ciclismo hispano; Miguel Indurain, juvenil de 2º año, así como “Kino”, ambos un año mayores que Miguel Lucas, juvenil de 1º año. Un año después (1983) el Campeonato Nacional se disputó en Elda, dando varias vueltas al circuito que subía por La Torreta y desde Sax, bajaban por la Nacional hasta la ciudad zapatera. Allí, Miguel Indurain dominó a sus oponentes en una llegada de potencia, dejando atrás al grupo de perseguidores. Se iba destapando el gran campeón que fue posteriormente.

Pero llegó un día en que nuestro protagonista averiguó que algunos ciclistas profesionales de menor  fama o “papel”, los llamados gregarios o domésticos, ganaban lo justo para el enorme esfuerzo que se realiza en el ciclismo profesional y hubo alguno que en invierno, debía dedicarse a otra actividad, como fue el caso de Francisco Caro, un extremeño afincado en la provincia de Valencia y que recogía naranjas como jornalero, fuera de la temporada de carreras. Y otros ciclistas desarrollaron trabajos diversos, para ganar algo. Esto le hizo deducir que el ciclismo es un futuro muy incierto y por otra parte, había comenzado a estudiar la carrera de Ciencias Empresariales en la Universidad de Alicante y fue disminuyendo el tiempo necesario para entrenar, por lo que decidió ir dejando la competición y colgar el dorsal, aunque continuó vinculado a la actividad deportiva en plan de mantenimiento físico.

Ya antes trabajaba durante los veranos con su padre, hombre muy comprensivo hacia la ilusión deportiva de Miguel. Anselmo fue un buen aficionado al pedal y le excusaba cuando tenía que ir a entrenar y, a veces, en la misma tarde, iba a la cancha del baloncesto para jugar. Se hizo imposible compaginar todo a la vez.

Años después, trabajó para una empresa de Novelda y con el boom de la construcción, puso en marcha una agencia inmobiliaria, que desapareció tras la llegada de la crisis que a todos nos afecta. Actualmente trabaja para otra empresa de Novelda.

Pasados los años, en su día se casó con una muchacha del barrio de La Estación, de nombre Lorena, quien desarrolla su actividad docente como profesora titular del Departamento de Análisis Matemático  en la Universidad de Alicante. Tienen dos hijos: Miguel y Rocío y han formado una familia de deportistas, pues los hijos juegan al baloncesto; la niña juega en el Cluny y el muchacho lo hace encuadrado en el C.B. Jorge Juan juvenil. Por su parte, ambos cónyuges    practican el atletismo popular, sin licencia federativa, y este año han participado en la Transilicitana, una prueba de 100 kms. para la que hay un tope máximo de 24 horas; hay quien la hace andando o bien a un trote que pueda sostener, debido a la enorme distancia. Llegaron a la meta en Elche junto a otra pareja de amigos, una hora antes de cerrarse el control; misión cumplida, al acabar de un tirón. Lorena Segura, su esposa, venció allá por el año 1992 en la Subida al Santuario y él participó el año pasado en la Maratón de Madrid, además de la San Silvestre en Crevillente.

Como puede deducirse, el espíritu deportivo abunda en esta familia.                           

P.D.- La próxima biografía será la de la Rebeca Pacheco Aracil (atleta). Si sabes datos o la historia de algún/a deportista local; incluso de persona ya fallecida; o de algún club deportivo de Novelda, actual o desaparecido, telefonéame al 633 252 500. (Vicente) Gracias)