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Art. de opinión de Luis Beresaluze Galbis

EL ECLASIÁSTICO

Hay una cosa en este Libro, escrito hacia 190 a.C. considerado por San Agustín “el más precioso para la educación espiritual”, que me desconcierta. El Libro es un tratado de sabiduría. No hay relación personal, profesional, familiar, religiosa, humana, ninguna situación social, en definitiva, que no sea contemplada en su texto. Nada deja de ser tenido en cuenta por el Libro. Tiene, como se diría de un buen diccionario, todas las entradas posibles. Un prodigio.

La cosa que me rechina en el alma, se refiere a la mujer, víctima de bastante machismo semita en las Escrituras, (Cristo traerá un enorme alivio a la situación).

Junto a perlas como “El que glorifica a su madre posee un tesoro”, negatividades del orden de “No te entregues a una mujer de forma que ella te domine”. Ya empezamos…Al lado de “El que adquiere” (adviértase la expresión posesiva) “a una mujer, tiene el comienzo de la fortuna; una ayuda semejante a él, una columna de apoyo”, o “dichoso el que vive con una mujer inteligente”, o “igual que el sol naciente en las alturas del Señor es la belleza de la mujer en una casa bien llevada”, el siguiente exabrupto moral:” Mas vale la maldad de un hombre que la bondad de una mujer”. ¿Lo malo del hombre mejor que lo bueno de la mujer? Lo siento por San Agustín, pero me parece una aberración impresentable. Eso no puede ser “precioso para la educación espiritual”, además de aparejar un notable insulto para la inteligencia y una violenta coz en medio del corazón. .

Cristo mete en las Escrituras mucho respeto a la mujer. En su Madre, en María Magdalena, en la samaritana, en la mujer adúltera, salvada de “la primera piedra”, en las prostitutas, en las protagonistas de tantas de sus parábolas, en Marta y María, las hermanas de Lázaro, en la mujer de las hemorragias. Su mejor amigo en la tierra fue mi patrona/paisana, la Santa, que venera la ciudad de Novelda. Quien mas lo quiso, se entiende que luego de su Madre.

Esa parte del Eclasiastés, en que lo peor del hombre puede ser mejor que lo mas excelso de la mujer, no debía figurar en el Canon eclesial. El cristiano que suscribe, se atreve a proponerlo. Con todos mis respetos a San Agustín. Uno también es iglesia. La maldad de un hombre no vale nada. Es aborrecible y despreciable. Y la bondad de una mujer es un lujo moral. Lo vale todo. La bondad es buena y la maldad es mala. Y hombre y mujer son la misma cosa, un ser humano.

Porque Dios, al encarnarse, al hacerse como nosotros, se hizo de la misma naturaleza que los hombres y las mujeres, aunque naciese hombre y no mujer. Se hizo ser humano. No podía encarnarse en solo uno de los dos géneros de la especie, excluyendo al otro. Eso no sería teología sino zoología. Y discriminación.

Ya el breve Papa Juan Pablo I, aquel Luciano Albini, quiso tratar también a Dios como Madre. Lo pensó y quiso desarrollar la idea, pero no le dio tiempo el Altísimo, que lo hizo pasar por el Vaticano como la visita del médico, en un Dios también Madre, en una Maternidad Divina propia, no solo la debida a María, sino otra superior, que ya es decir, ejercida por el propio Dios.

Y es que en muy pocas cosas hay mas Dios que en la madre. Yo creo que en ninguna…

junio 2025
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