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Art. de opinión de Plácido Ferrándiz

DE ALTERNATIVAS POLÍTICAS

La deriva de la economía y la política a nivel local y mundial va poniendo de manifiesto cada día con más claridad que en el fondo no hay tantas alternativas a la hora de ordenar la sociedad como se pensaba. Una a una, decepción tras decepción, estafa tras estafa, todas van cayendo y pasando… No venimos a enlodar el ambiente con más derrotismo, pesimismo y catastrofismo, pero es necesario deconstruir toda falsa esperanza antes de poder disfrutar de una esperanza sólida y consistente, una ‘esperanza contra toda esperanza’ (Romanos 4:18).

Y es que a pesar de las evidencias, todavía hoy por hoy pocos son los que ven:

1) la naturaleza, profundidad, extensión y maldad irredenta del presente ‘Sistema’, ese (des)orden en que ha venido a configurarse nuestro mundo en todas sus interrelaciones, y que no es otra cosa que la civilización humana levantada sobre la rebeldía contra el Creador: la madre y raíz de todas las injusticias. Es indiferente la forma, peso o color de lo que se produzca sobre esa base, de izquierda o de derecha, ‘demócrata’ o ‘anti-sistema’: es y siempre será ‘el Sistema’, y tarde o temprano terminará mostrando su naturaleza corrupta y mortífera. No decimos que dé lo mismo el robo masivo organizado y legal que las agotadas luchas obreras (por ejemplo), sino que todo lo que se asienta sobre la misma base perversa, forma parte del mismo ‘Sistema’ corrupto, en el fondo lo alimenta, y evidentemente no es apto como ‘alternativa’;

2) hasta qué punto ese ‘Sistema‘ está enraizado en el corazón humano, en la condición a la que ha caído por aquella rebelión. Políticamente super-incorrecto e insoportable suena el diagnóstico cardiológico de Jesús: “Porque de dentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona” (Marcos 7:21-23). ¿Por qué si no las revoluciones no duran, y se acaban reproduciendo las mismas miserias que se quisieron superar? ¿por qué si no las luchas militantes como que chocan una y otra vez contra un muro infranqueable y se asemejan mucho al castigo de Sísifo? El Sistema y el corazón humano devenido corrupto se retroalimentan. No podemos solucionar nuestros problemas porque nosotros mismos, en la triste condición en la que estamos, formamos parte del problema;

3) el poder último que sustenta y controla este ‘Sistema’: «…el mundo entero está bajo el maligno» (1Juan 5:19). El que inició la rebelión es el mismo que maneja los hilos de la civilización a que dio lugar. Los multiformes movimientos y formas políticas visibles van y vienen, pero el tirititero entre bambalinas que gobierna en la sombra es el mismo: Satanás. Cualquier diagnóstico de la realidad que desconozca esta realidad espiritual, está destinada a la más absoluta ingenuidad e ineficacia.

A pesar de tantas y tantas ‘perrerías’ sufridas por toda clase de gobiernos, nuestras sociedades todavía mantendrán la esperanza en la posibilidad de un gobierno justo y humano al margen del Dios vivo, lo cual está haciendo inevitable el ascenso de la última y más terrible dictadura global, que por supuesto se va a presentar inicialmente como el remedio de todos los males (previamente provocados y estratégicamente gestionados) y con los más sofisticados y atractivos ropajes de emancipación y liberación humana… Todo este caos inducido y/o estratégicamente administrado que padecemos cada día con más intensidad va confluyendo hacia una concentración de poder global (económico, político, militar-policial, mass-media, religioso…), la plataforma de gobierno perfecta para recibir al pseudo-cristo que nos presentarán para salvarnos de ese caos. El impacto será tan potente que, tal y como ha revelado proféticamente Dios en la Biblia, el engaño será masivo, pues vendrá con todo el poder del mismo Satanás, ‘el engañador de las naciones’.

Dios, en su respeto por la libertad humana, ha venido dando oportunidad a que todos presenten sus propuestas… hasta que quede claro lo que dan de sí y a donde conducen… Entonces Dios recordará a la Humanidad con toda legitimidad y autoridad su ‘alternativa’: uno de los nuestros pero totalmente ajeno al ‘Sistema’, porque viene de lo alto: Jesús de Nazaret, el Cristo, es decir, aquel hombre escogido y designado por Dios para gobernar el universo.

Lo envió una primera vez en humildad para proponerlo al mundo: su propio Hijo en carne humana para mostrar a la Humanidad lo que significa ser verdaderamente humanos. Y ‘el Sistema’ lo crucificó, evidenciando su maldad radical. Jesús fue probado en todo para ver si era digno de ser el Cristo de Dios y gobernar el mundo para Él, y superó maravillosamente la prueba: pasó haciendo el bien, sanando y liberando a todos los oprimidos por el diablo, dando vida, sirviendo a todos, y derramando -como supremo servicio- hasta la última gota de su sangre para liberarnos de nuestros pecados y de nuestra naturaleza caída en corrupción y que corrompe todo lo que toca.

Nosotros lo desechamos, sepultamos la buena ‘Propuesta’ de Dios, pero Dios le levantó de entre los muertos y le nombró Señor y Rey del universo. Y a su tiempo, cuando la Historia Humana hecha a espaldas del Dios vivo esté a punto de autodestruirse, será manifestado una segunda vez en todo su poder y gloria para juzgar toda maldad e instaurar su Reino eterno de justicia y paz verdaderas. En esta Tierra… tan sufrida… desde que tuvo que abrir por primera vez su boca para tragar la sangre del asesinado Abel…

Mientras se cumplen todas estas cosas (y la palabra profética de Dios no falla), algunos ya hemos creído en Él y le hemos reconocido como nuestro Salvador, en quien tenemos el perdón de nuestros pecados, pues Él pagó el justo castigo que merecemos; venimos a Él como nuestro Libertador, que nos va despojando de nuestra vieja naturaleza corrupta, y haciendo partícipes de su humanidad perfecta; nuestro Maestro, que nos enseña la verdad que nos hace libres; y voluntariamente nos vamos sometiendo a Él como nuestro Señor y Rey, reuniéndonos en torno a Él como su pueblo… Y nos envía como embajadores suyos para rogaros en su nombre: ¡reconciliaos con Dios mientras queda algo de tiempo!.

En resumen, en cuanto a las únicas alternativas políticas, vitales, que tenemos, doy la palabra a Jesús mismo: “El que no está conmigo, contra mí está; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Mateo 12:30). O el Cristo, o el anti-cristo, he aquí la verdadera cuestión política de nuestros tiempos.

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