Portada » De vecinos a terroristas. Y viceversa.

De vecinos a terroristas. Y viceversa.

Opinión de Pascual Benito Sánchez. 

“Cualquiera a nuestro a alrededor puede ser un agente”. Estas eran las palabras con las que Morfeo ilustraba a Neo el concepto de omnisciencia que utilizaban las máquinas para capturar a los humanos rebeldes y reacios a vivir en la realidad ficticia de Matrix. Y si bien, un concepto aplicable a lo que ocurre hoy en día con los terroristas camuflados en Occidente y que siembran el pánico cuando se les activa el interruptor. Lo han vuelto hacer esta última semana. Londres vuelve a vivir un infierno.

Son muchas ya las noticas en los últimos años que han mostrado esa cruda realidad del terrorismo islámico. La guerra santa que llevan librando los musulmanes radicalizados y seguidores del Yihadismo desde la genealogía de su religión y mostrada como una rama independiente prodestructiva y violenta del islam. Pensamiento, sin embargo, no compartido por la mayoría de la comunidad de Oriente Medio y por supuesto, rechazada de manera absoluta por el resto del mundo civilizado. Un sistema de dominación social que pretende imponer a base de tiros y explosiones su visión del mundo. Un mundo en llamas.

La última atrocidad acometida por los radicales ha sido en el corazón de la vieja Europa. Londres ha vuelto a sumarse en el caos después de que un hombre, aparentemente normal, se ha decidido a atropellar un centenar de personas a las puertas del parlamento inglés. No suficiente con su hazaña, salió del vehículo y cuchillo en mano, asestó varias puñaladas a policías del lugar. Resultado: cuatro muertos y una veintena de heridos. Los agentes han abatido al presunto terrorista tiempo después. Un duro golpe para la cuna de la democracia en Occidente.

Cualquiera puede ser un terrorista. Y cualquiera puede sembrar el caos, sin que nadie pueda garantizar nuestra supervivencia.En efecto, un hombre normal, viviendo en un barrio normal y conviviendo con sus vecinos normales. Según las propias palabras de los residentes cercanos al terrorista, se trataba de “un vecino cualquiera”. Y esa palabra es la que da miedo. Cualquiera puede ser un terrorista. Y cualquiera puede sembrar el caos, sin que nadie pueda garantizar nuestra supervivencia. Como si de la guerra fría se tratara, los jefazos de Yihadismo instan a estas células durmientes a llevar la oscuridad a cualquier parte. Utilizando zutanas armas que tengan a su alcance. Un llamamiento a la violencia cotidiana.

En definitiva, ya nadie puede estar a salvo de nadie. Y mientras vemos cómo el mundo se ennegrece, los gobiernos se ven incapaces de buscar una solución para frenar estos ataques sorpresa. Esa es la sensación que tengo, una sensación de inseguridad y supervivencia del más ágil. Ahora me arrepiento de querer que el gobierno eliminase aquella castiza mili de forma obligatoria. Al menos, tendríamos nociones de combate y artillería. Llegará el momento en que, con el periódico, ya no se suplementarán libros prohibidos o panfletos ideológicos. Nos obsequiarán con una Ak-47. Marca rusa, claro está. 

junio 2025
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30  

Entradas recientes

Últimos comentarios